jueves, 19 de abril de 2012

Un sentimiento humanizador, Truman Capote



Un reporte periodístico se convirtió en una “Novela testimonio”, según el autor Truman. “A sangre fría” es el caso. La compasión del autor nos permite afligirnos, sospechar, estremecernos y sufrir con los personajes. De esto es derivado el hecho que fue escrita por un novelista Truman Capote, quien se aventura en hacer una metamorfosis en su trabajo, cuando se adentra en cada uno de los integrantes de una investigación policiaca.

En el caso de Truman Capote, demuestra toda su capacidad de escritor, sus habilidades para mezclar estilos y técnicas. Su gran constancia e impaciente paciencia combinadas con sus dotes de “detective” y su gran vocación por el trabajo dieron origen a una peculiar novela. En ella la ficción se mezcla con la realidad.  Vivió al máximo su nueva experiencia como investigador y como todo ser humano llegó a tener estrecha empatía con los personajes. Contradictoriamente, no fue con los inocentes sino con uno de los asesinos (Perry); esto se debió a la fuerte sensación de compatibilidad con él.

De alguna manera Capote se halla a si mismo en Perry. El hecho de haber vivido situaciones similares en las que se les vilipendia y darse cuenta de que su realidad no estuvo tan lejos de ser como la de él. El sentirse tan cerca del asesino, el tener una “relación” con el, crea compatibilidad; a pesar de ser algo extravagante y inusual.  Pienso que eso crea una armonía de culpabilidad en Capote. En los últimos días, Truman se ocupa de el y se empieza a ahogar en su mundo. Que esa relación llegue a un fin, sin lograr decir con palabras lo que siente por Perry. De esta manera su esencia se sucumbe, siente nostalgia; al final termina con una muerte dolorosa.

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